Consejos educativos

No son pocas las ocasiones en las que los padres acuden a nosotros con el fin de resolver alguna duda o algún conflicto que pueda surgir a la hora de educar a sus hijos. Por eso desde nuestro centro y basándonos en nuestra formación y años de experiencia queremos ayudar a todos los padres a disfrutar de la emocionante tarea de ayudar a su hijos a crecer.

Las rabietas incluyen llantos, gritos, pataletas y otras demostraciones de ira o frustración que superan la capacidad del niño para controlarlas. Estos berrinches son comportamientos normales que surgen en torno a los 2 años de edad.

Por otra parte, en este momento en el niño también surge una tendencia natural a afirmar su independencia y es normal el empleo frecuente del “no”, suele oponerse a todo cambio o situación sin motivo aparente, esto desaparece en pocas semanas.

Es un periodo de verdaderos conflictos para el niño, pues la necesidad de reafirmar la conciencia de sí mismo, recibe a menudo la desaprobación de los adultos que más le importan: sus padres y es que en muchas ocasiones, con el mal comportamiento, solo busca la orientación de lo que debe o no debe de hacer.

En cualquier caso, quien peor lo pasa durante las rabietas es el niño, pues pierde el control, se asusta y teme perder el cariño de sus padres (están enfadados), por eso es muy importante que sepamos cómo actuar.

¿Cómo actuar ante las rabietas?
  • Mantener siempre la calma. Los comportamientos rebeldes son normales en esta edad y no supone que seáis malos padres y tampoco que el niño sea malo.
  • Evitar la ambivalencia. Al fijar normas y límites los padres deben de ponerse de acuerdo y responder del mismo modo ante las rabietas.
  • Reaccionar tranquilos pero firme. Sin ceder nunca a sus caprichos. Aprende desde muy pequeño a reconocer si las negativas son firmes.
  • Distraer su atención. Hacia un juguete o actividad de su agrado, utilizar un tono de voz estimulante para animarle a hacer otra cosa.
  • Permitirle que haga pequeñas elecciones. Ofrecer alternativas siempre que sea posible. Por ejemplo sobre que va a comer primero o el juguete que lleva al parque, sentir que se respetan sus decisiones les ayuda a aceptar reglas que son necesarias.
  • Cuando la rabieta esté en curso, la respuesta más efectiva es ignorarla. Alejar al niño de objetos peligrosos, separarse de él y seguir con lo que se estaba haciendo, sin habla. Cuando la intensidad baja, arropar al niño para ayudarle a recuperar el control.
  • La respuesta agresiva, verbal o física, no aportan soluciones, además el niño imitará esas conductas agresivas para resolver conflictos.
 

Vuestro hijo se hace mayor, y es importante que empiece a hacer las cosas de forma autónoma, sin vuestra ayuda, aunque no le salgan perfectas, ya que eso le motivará a intentarlo otras veces hasta que aprenda. Debe saber que el adulto está cerca para ayudarle cuando lo necesite, pero dejándole que lo intente. Estas ganas de hacer las cosas solos, aparecerán de forma espontánea cuando ellos se vean capaces y no se deben de frustrar nunca, porque llegará el momento que seamos nosotros los que les exijamos que lleven a cabo sus tareas y nos arrepentiremos mucho de no haberles ayudado a ser más autónomas. Es importante fomentar la autonomía sobre todo, en hábitos de alimentación e higiene y a la hora de vestirse.

¿Cómo actuar para conseguirlo?:

  • Recompensando sus intentos con halagos
  • Tolerando sus equivocaciones
  • Valorando sus logros, por pequeños que parezcan
  • Confiando en sus posibilidades y capacidades
  • Ofreciendo siempre el modelo correcto que debe seguir
  • Respetando su ritmo
  • Fomentando la repetición y continuidad en la práctica de las actividades que ellos ya son capaces de hacer
  • Creando un clima de afecto y mucha seguridad
  • Proporcionándole pequeñas responsabilidades y felicitándoles cuando las cumplan
 
Que soy capaz de hacer
  • Pensar en mí
  • Expresar mis necesidades
  • Imitar
  • Jugar solo-a, comer sin ayuda, correr, saltar, subir y bajar escaleras
  • Pelearme por un juguete
  • Comunicarme
  • Adquirir hábitos
  • Explorar los objetos

 

Qué no puedo hacer
  • Crecer sin afecto
  • Pensar en los demás
  • Adaptarme rápidamente a situaciones nuevas
  • Fijar mucho tiempo la atención
  • Estar quieto-a mucho tiempo
  • Expresarme correctamente de forma oral
  • Controlar siempre esfínteres

 

Qué no puedo hacer, pero puedo aprender
  • Separarme de mis padres y crear lazos afectivos con otros adultos
  • Jugar con otros-as y al lado de otros-as
  • Compartir juguetes
  • Adquirir autonomía
  • Estar sentado-a un rato
  • Fijar la atención
  • Escoger, elegir
  • Comunicarme de muchas formas
  • Aprender a hablar poco a poco
  • Controlar esfínteres